“Para los amantes de los cigarros suaves…” Hemos buscado un perfecto «acompañante» que mejore la fumada de los cigarros de intensidad baja, fundamentalmente la mayoría de los dominicanos, nicaragüenses y algunos habanos. No es una cuestión de equilibrar el destilado, sino de adecuarlo a la fumada perfecta de una cigarro untuoso y poco astringente… -José Antonio Zarzana – Viticultor
BRANDY CIGARS CLUB Nº2 シガーズクラブ ブランデー No.2 (700ml・Alc 45.17%-Edition 15)
“Para los amantes de los cigarros equilibrados…” Este es posiblemente el más difícil de obtener entre los Cigars Club de nuestra Casa y eso es precisamente porque lo que estamos buscando es «el equilibrio dentro del equilibrio». Es decir que tiene que acompañar a los cigarros dominicanos y nicaragüenses más intensos y al mismo tiempo a los habanos de fortaleza media. Todo ello sin dejar de ser un destilado de grado dispar dentro de una Solera muy homogénea. – José Antonio Zarzana – Viticultor
BRANDY CIGARS CLUB Nº3 シガーズクラブ ブランデー No.3 (700ml・Alc47.15% -Edition 15)
“Para los amantes de los cigarros intensos…” Lógicamente cuando un cigarro adquiere una fortaleza muy alta, nos encontramos ante el problema de no encontrar fácilmente el destilado perfecto para acompañarlo. En realidad hace falta la intensidad y unos taninos que inicialmente pueden parecer desproporcionados, aunque no lo son organolépticamente, cuando se combinan con los habanos más intensos y recios. -José Antonio Zarzana – Viticultor
“Elaborado a la vieja usanza…” Destilar Pedro Ximénez no es fácil. Extraer los matices de sus aromas y hacerlos permanecer en tonel de Castaño, parece atípico. Sin embargo, lo más complicado es hacer que la sedosidad de los tostados y el recuerdo de las pasas se integren con el alcohol. Aquí está el resultado.
“La plenitud de un perfume que se bebe…” Concentrar los sabores y aromas de un vino puede ser entendido como el anhelo de todo viticultor. Destilar su esencia misma, es un placer mayor aún que el de la propia fermentación. Por eso desde 1948 este Brandy está considerado un perfume que se puede beber.
“El oficio de nuestros mayores…” Corría el año 1918 cuando esta Solera vio la luz. Cuatro generaciones de la misma familia han trabajado en mantener la cuenta de envejecimiento de cada gota de este vino. Más que un producto en sí mismo, es un deseo de continuidad. Un oficio heredado de padres a hijos.
“Uva madura encerrada en una botella…” Hubo un tiempo en el que los vinos blancos con fructosa natural, eran patrimonio exclusivo de las vinificaciones Centroeuropeas. Sin perder las tradiciones del Viejo Continente, se hace este vino en una tierra donde nunca una botella de vino, encerró tanta uva madura.
“Encontrando los orígenes…” Nadie creía que se pudiese hacer un vino tan seco con uva Pedro Ximénez. Nadie pensó que quizás sería uno de los vinos blancos más expresivos que se podrían catar. Las calidades y el acabado de un vino dependen de la nobleza de su origen. Aquí es donde empieza todo.